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Conservas tras retorta: cómo lograr que el lote permanezca legible en lata y estuche

Conservas tras retorta: lote legible en tapa y estuche

En el mundo de las conservas, la retorta lo pone todo a prueba: calor intenso, vapor y presión. Muchos códigos de lote o fechas de caducidad no sobreviven, quedando borrosos o borrados. En SMC lo tenemos claro: un código ilegible es como si nunca hubiera estado. Por eso, compartimos opciones y prácticas que ayudan a que tus lotes se mantengan firmes y visibles tanto en la tapa como en el estuche exterior.


Qué dice SMC sobre conservas

En la sección Conservas de nuestra web explicamos que marcar en latas no es solo cumplir normativa. También significa reforzar la trazabilidad y mejorar la imagen de marca con información clara. Y es que, según el tipo de lata y el dato a imprimir, conviene elegir el método de marcaje más adecuado. No hay una única solución: cada proyecto pide su enfoque.


Desafíos tras la retorta

  • Altas temperaturas que degradan pigmentos.
  • Vapor y humedad que difuminan caracteres en segundos.
  • Condensaciones posteriores que arruinan la impresión.
  • Roces entre envases durante la manipulación.


Opciones tecnológicas: TIJ, CIJ y Láser

➤ CIJ (inyección de tinta continua)

La opción más común en producción a gran escala. Su fortaleza está en las tintas especiales: formulaciones que resisten calor, humedad y abrasión. Es rápida, flexible y probada en entornos exigentes como bebidas y conservas. En SMC integramos equipos CIJ en líneas de producción de forma sencilla.

➤ TIJ (inyección térmica de tinta)

Muy usado en estuches de cartón o tapas planas tras procesos moderados. Destaca por su resolución: controladores como el KSM40D o el KSM50D logran impresiones nítidas y fáciles de leer para el consumidor. Si buscas precisión y rápida integración, TIJ es una gran opción de codificación.

➤ Láser

Sinónimo de permanencia. No usa consumibles y no depende de tintas. El láser de fibra puede marcar en metal con gran durabilidad, asegurando códigos visibles incluso tras calor extremo y manipulación. Eso sí: siempre hay que validar compatibilidad con el recubrimiento de la lata.

Dónde imprimir: tapa, fondo o estuche

  • Tapa o lateral de la lata: cuando la geometría y la línea lo permiten.
  • Estuche secundario: útil si la lata es difícil de marcar o se busca visibilidad para el consumidor.
  • Tras zonas húmedas: esperar a que el envase esté seco evita borrones.


Buenas prácticas tras la retorta

  1. Selecciona tintas resistentes al calor y a la abrasión si optas por CIJ.
  2. Ajusta potencia y enfoque en sistemas láser.
  3. Evita imprimir en zonas húmedas; hazlo siempre tras el secado.
  4. Sincroniza con encoder + fotocélula para máxima precisión.
  5. Bloquea plantillas de fecha/lote para reducir errores humanos.
  6. Valida contraste y resistencia tras retorta.
  7. Aplica rutinas de limpieza y revisión en cada turno.

 

En SMC hemos desarrollado soluciones específicas de codificación para el sector de conservas, donde la retorta es el gran reto. Además, sabemos que tecnologías como el láser o las tintas de alto rendimiento para CIJ aportan robustez en condiciones extremas. Lo importante es adaptar cada proyecto al producto real del cliente y validar que el código sobrevive al proceso.

 

La combinación más habitual es un CIJ con tinta resistente para la lata y un TIJ de alta resolución para el estuche exterior. Esto refuerza la trazabilidad con dos capas de seguridad. Cuando el material lo permite, el láser es otra alternativa sólida, pensada para quienes buscan cero consumibles y máxima durabilidad. En todos los casos, SMC recomienda pruebas en condiciones reales y acompañar al cliente con soporte y mantenimiento constantes.

 

La retorta es un desafío: calor, vapor y manipulación ponen a prueba cualquier impresión. Pero con la tecnología adecuada —CIJ, TIJ o láser— y aplicando buenas prácticas, es posible asegurar códigos legibles de principio a fin. En SMC Codificación ponemos nuestra experiencia en codificación industrial al servicio de las conservas, para que la trazabilidad nunca falle. Porque un lote claro no es solo un dato técnico: es confianza en cada producto que llega a la mesa del consumidor.

Conservas tras retorta: cómo lograr que el lote permanezca legible en lata y estuche
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